Uno de mis edificios favoritos en Polanco
En la Calle Rubén Darío 17 está uno de mis edificios favoritos en Polanco…
Desde que llegué a vivir aquí y pasaba caminando por ahí no podía dejar de mirarlo. Un diseño que me fascinaba, me llamaba mucho la atención. Esta en la calle Enrique Wallon esquina con Rubén Darío en Rincón del Bosque. Una belleza de edificio. Con unas curvas muy bonitas y jardineras y los pequeños garajes abajo entre columnas. Tenía tanta curiosidad, me preguntaba de qué arquitecto sería, qué año, etc que me puse a investigar. ¡A mí me encanta investigar! cual fue mi sorpresa que descubrí el edificio fue construido en 1949 nada menos que por Vladimir Kaspé y que incluso él vivió ahí en uno de los departamentos. Otro día que pasé por ahí me fijé bien en la entrada y descubrí su nombre ahí y el año de construcción. Kaspé nació en Manchuria (cuando era parte de Rusia) y después se fue a estudiar a Paris donde conoció a Mario Pani y se hicieron amigos. Pani lo invitó a venir a México acabando la segunda Guerra Mundial. Leí que estando acá, Vladimir Kaspé se integró al país muy rápido, que impartió clases y realizó proyectos de construcción para luego naturalizarse mexicano. En 1943 comenzó a dar clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde revalidó sus estudios en arquitectura cuatro años después. También fue maestro en varias universidades como la Anáhuac, Iberoamericana y La Salle. Su labor como profesor le permitió acercarse con otros colegas como el arquitecto José Hanhausen, con quien hizo la Escuela de Economía en Ciudad Universitaria. Dos años después de su llegada hizo su primera obra, la secundaria Albert Einstein (Secundaria 15) en 1946 que hasta la fecha está en la Calzada México-Tacuba y puso su propio despacho. Después construyó la gasolinera Super Servicio Lomas en 1947 en la calle de Pedregal en las Lomas de Chapultepec justo donde está ahora el famoso “Dorito” o Torre Virreyes, y que en su momento causó mucha controversia cuando fue demolido para poder construir la Torre Virreyes del arquitecto Teodoro González de León, leí que muchos vecinos se quejaron. Si observas bien aún puedes ver la cuchilla de ladrillos rojos original que dejaron cuando demolieron lo demás y que ahora se encuentra ahí un Maison Kayser. Otra de sus obras emblemáticas es el muy conocido Liceo Franco Mexicano inaugurado en 1952 y que está entre las calles de Homero y Ejército Nacional, en Polanco. Con estos primeros trabajos, Kaspé se ganó el aprecio y admiración de clientes y del medio de la arquitectura. En su obra mostraba su talento para manejar e implementar las nuevas tendencias en el mundo como el funcionalismo. A mi me encanta su obra, lo que he visto y descubierto y lo que he visto en fotos antiguas maravillosas. El otro día iba manejando en Virreyes hacia Alencastre, estaba parada en el tráfico en la calle Félix Berenguer y de pronto me quedo observando un edificio de departamentos que me llamó la atención y descubrí una placa que decía Vladimir Kaspé 1970, ¡me emocioné! y justo casi a lado, en la esquina veo otro edificio que me gustó y descubro que tiene ahí el nombre del arquitecto: nada menos que Abraham Zabludovsky, otro de los grandes arquitectos que admiro,,, me emociona hacer estos descubrimientos en esta ciudad ,,, Pero volviendo al cruce de Rubén Darío y Enrique Wallon, que es por la cual comencé a escribir aquí, algo que me gusta mucho de esa esquina, es que exactamente en frente del edificio de Kaspé está otra joya: un edificio de su colega y amigo Mario Pani. Ahí los dos esquina contra esquina, uno en frente del otro, como si se estuvieran mirando en un espejo, en completa armonía y haciendo que ese cruce de calles cuando pasas por ahí no te pase desapercibido. Como les comenté al principio, cuando paso por ahí no puedo evitar no contemplar estos edificios tan bonitos. ¡Les invito a que caminen por ahí y descubran cómo yo estas maravillas!
Disfruto mucho descubrir y aprender en esta grandiosa ciudad. Que además desde el punto de vista de arquitectura es un tesoro. Hay tanta arquitectura importante, de grandes arquitectos y grandes épocas, que simplemente no te das abasto. Yo voy siempre observando e investigando, descubriendo, tomando nota y así, haciendo grandes descubrimientos. Incluyendo en mi querido Polanco. Y uno sigue aprendiendo,,, descubriendo,,, conociendo. La CDMX es infinita y siempre me sorprende, eso sí, hay que ir con los ojos ¡bien abiertos!